Facebook Messenger ya tiene mil millones de usuarios, los mismos que Whatsapp

Facebook Messenger

La aplicación de mensajería instantánea Facebook Messenger cuenta con mil millones de usuarios activos al mes, cifra con la que iguala en audiencia a Whatsapp, también propiedad de Facebook.

Según la compañía fundada por Mark Zuckerberg, entre Messenger y Whatsapp se envían 60.000 millones de mensajes cada día, aunque no disgrega la actividad propia de cada servicio.

Facebook Messenger, que se separó de la red social y es una aplicación independiente desde 2014, registra el 10% de todas las llamadas mundiales de voz sobre IP y a través de ella se mandan 17.000 millones de imágenes cada mes, informa la compañía en su blog oficial.

Esta app de mensajería se ha descargado 1.000 millones de veces en dispositivos Android y es la segunda más popular en terminales móviles de Apple —aunque no detalla la cifra de descargas—, por detrás de Facebook.

En cuanto al objetivo de convertir Messenger en una plataforma de inteligencia artificial, Facebook sostiene que ya se han desarrollado 18.000 bots conversacionales para interactuar con empresas y servicios.

Ya es posible solicitar ser usuario verificado en Twitter

Twitter

La red social Twitter ha abierto un formulario a través de su web para solicitar ser usuario verificado, un privilegio con el que solo cuentan 187.000 cuentas de las 310 millones que existen.

Así lo ha anunciado la compañía a través de su blog. Las características que debe tener una cuenta para ser verificada (se muestran en la pantalla con un tick azul al lado del nombre) son las mismas que antes: ser una persona «de interés público» en campos como la música, la televisión, la moda, la política o el periodismo.

«Nuestro objetivo es ayudar a más gente a encontrar perfiles de gran calidad para seguir, y para creadores e influencers a conectar mejor con su audiencia», comenta la empresa en su comunicado.

También ayudará a que no se cometan casos de suplantación de indentidad a famosos que pueden comprometer su seguridad en la red. Ser usuario verificado tiene algunas mejoras en la cuenta como poder filtrar las menciones para ver solo las de usuarios verificados.

La basura electrónica es el residuo que más crece en España

Basura electrónica

La producción de basura electrónica es la que más crece actualmente en España, ya que lo hace a un ritmo del 20 por ciento anual, y cada español genera unos 17 kilogramos de desechos electrónicos de media al año.

Así lo indica, en un comunicado Black Market, una empresa de productos electrónicos reacondicionados, que destaca que la producción de residuos electrónicos a nivel global crece tres veces más rápido que la media de residuos urbanos.

Anualmente se generan 50 millones de toneladas de residuos de electrónicos en todo el mundo, a pesar de que se podría reutilizar entre el 70 y el 90 por ciento «con el tratamiento adecuado», ha apuntado en la nota el consejero delegado de la empresa, Thibaud de Larauze.

Solo en el campo de los móviles usados, la consultora Deloitte prevé que durante el presente 2016 se compren 120 millones de unidades a nivel mundial, una mayoría de ellos reacondicionados, lo que equivale a una facturación estimada de 17.000 millones de dólares (poco más de 15.000 millones de euros).

Aumento del consumo tecnológico

Las razones que explican esta cantidad de residuos según Black Market son el aumento del consumo de tecnología y un mal tratamiento de los componentes de los aparatos que dejan de utilizarse, ya que «gran parte de los residuos electrónicos terminan acumulándose como chatarra en vertederos donde no se tratan adecuadamente», ha destacado Larauze.

El problema de la mala gestión de estos residuos radica en que la inmensa mayoría de los aparatos electrónicos contienen elementos tóxicos muy dañinos para la salud de las personas y para el medio ambiente, como el bromo, el cadmio, el fósforo o el mercurio.

Aun así, casi la mitad de los países miembros de la Unión Europea «no cumplen estrictamente con la regulación establecida en la directiva» sobre el tratamiento de estos residuos por las escasas sanciones que se aplican, añaden en su nota.

«Como usuarios, deberíamos preguntarnos si realmente necesitamos comprar un teléfono móvil nuevo cuando podríamos seguir utilizando el que tenemos», ha señalado Larauze, e indica que la responsabilidad en la gestión de este tipo de residuos es compartida entre las administraciones y consumidores.