Uno de los problemas con lo que solemos topar en los dispositivos tecnológicos actuales, es el coste al que tenemos que enfrentarnos ante las posibles reparaciones. Cuando hace unos años los dispositivos no tenían una pantalla táctil (si esa época existió) el precio de una reparación era prácticamente insignificante, ya que la mayoría de las reparaciones eran por la rotura del plástico o carcasa exterior y estas reparaciones eran relativamente asequibles para todos.
Con la llegada de las pantallas táctiles las reparaciones han incrementado los precios y si le sumamos que cada vez todos los componentes o la mayoría de ellos van pegados a la placa mediante soldaduras o pegamentos especiales, esto encarece el precio de cualquier reparación ya que es necesario cambiar un buen puñado de componentes para solucionar el problema.
A día de hoy los componentes internos y externos son más pequeños y frágiles, algo que suma confort y posibilidades infinitas al usuario pero a la vez empeora la factura en caso de problemas o roturas. El caso más claro en esto es el Apple Watch, un reloj pequeño, con infinidad de componentes y sensores que si se estropea por algún casual nos puede salir caro de reparar.
Apple después de la keynote de este mes en la que nos presentó los nuevos iPhone SE e iPad Pro de 9,7 pulgadas, redujo el precio de reparación del Apple Watch unos 50 euros. Así que ahora la reparación de la reparación del Apple Watch Sport se rebaja de 229 dólares hasta los 199 dólares, y en el caso de tener el modelo de acero inoxidable este coste baja hasta los 329 dólares.
