Apple presentaría su nuevo iMac Pro de gran formato en 2022. Se espera que monte un nuevo procesador Apple Silicon mejorado, con más potencia y núcleos que el M1 actual.
Intel ha introducido los primeros procesadores Kaby Lake, y como viene siendo habitual son los relacionados con portátiles, ultrabooks y tabletas. Eso deja a los procesadores Kaby Lake para equipos de sobremesa a un lado, e Intel sitúa su llegada a principios de 2017, y más específicamente han indicado que sería en enero (si no se retrasan).
También en ese momento llegarán los procesadores de portátiles para entusiastas y de alto rendimiento (previsiblemente el i7-7700HQ por ejemplo), nuevos Xeon y procesadores con gráficos Intel Iris mejorados. No es una fecha aleatoria, y tiene varias implicaciones si teníais pensado cambiar de PC en lo que queda de año.
Intel por un lado va a querer agotar antes el inventario de los actuales procesadores Skylake, por lo que si estáis esperando que estén más baratos cuando lleguen los Kaby Lake podríais llevaros una decepción. Por otro lado, estos procesadores son un sustituto literal de los Skylake, porque comparten zócalo (LGA 1151) y son una mejora incremental, con una mejora de rendimiento dentro de los rangos habituales (5 %). Del 4790K al 6700K no hubo mejora de rendimiento, aunque del 6700K al 7700K sí que debería haberla, pero son misma arquitectura, pero habrá nuevos chipsets.
Además a medida que se acerque diciembre, los precios de los componentes empezarán a subir. Ahora en septiembre-octubre pueden bajar algo más después del tirón de la vuelta a clase, y las ofertas del viernes negro quizás fomenten mejores precios (veremos). Pero enero es mala época para comprar un PC porque están muchos componentes en máximos de precio. Además que está cerca el año nuevo chino (28 de enero), momento en el que el país cierra una semana y dejan de producir todos los componentes, lo que implica que los precios no bajan después de Navidad, y que pueden incluso subir ligeramente.
Una vez pasado el año nuevo chino y las navidades, en marzo deberían empezar a bajar los precios, y así hasta el mínimo anual durante el verano, que es la mejor época ideal para comprar componentes. Eso sí, quiero dejar claro que todo esto no es algo que esté escrito en piedra. Por ejemplo el año pasado con la subida del dólar mandó a hacer gárgaras toda la bajada de precios de principios de año, y los precios se mantuvieron iguales hasta el verano. Puede haber otros factores imprevisibles que afecten a los precios, como terremotos, tsunamis o que explote una fábrica de chips. Pero en general el patrón suele ser el mismo un año tras otro.
¿Comprar Skylake o esperar? Yo no esperaría especialmente a los Kaby Lake por los dos motivos comentados: serán una mejora incremental, y para conseguirlos a buen precio habrá que esperar a marzo al menos (seis meses desde ahora). Recién salidos más enero dará como resultado un precio alto.
El futuro de la Ley de Moore ha quedado más claro el día de hoy, aunque no como esperábamos.
La llamada Ley de Moore es más bien un predicción, realizada por el co-fundador de Intel, Gordon Moore: cada dos años la cantidad de transistores en un circuito integrado se multiplicará por dos.
Suena simple, ¿verdad? En realidad es mucho más complicado, pero esa es la idea básica; y lo importante es que hasta la actualidad se ha cumplido (más o menos). ¿Es obligatorio seguir esta ley? Ni mucho menos, pero si los fabricantes de chips no la siguen pueden aparecer consecuencias indeseables.
Que la ley de Moore no se cumpla es un indicativo de que el desarrollo de chips se ha frenado; por una razón determinada, los fabricantes no son capaces de meter más transistores en la misma superficie, y por lo tanto los procesadores no mejoran, no son más rápidos y la economía alrededor de los chips de silicio se va al traste. Al menos, esa es la teoría.
Por eso los fabricantes hasta ahora se han asegurado de cumplir la ley lo máximo posible, usando el ITRS como guía. El ITRS es una hoja de ruta creada en colaboración con los principales fabricantes del mundo como guía para saber dónde invertir.
Es importante comprender esto al leer la noticia de que, según el ITRS, la reducción de tamaño de los transistores se frenará en el 2021. En sólo cinco años, la tecnología llegará al límite y los fabricantes no podrán reducir el tamaño de los transistores sin repercutir en costes demasiado elevados; dicho de manera sencilla, no merecerá la pena.
Los nuevos procesos de fabricación han permitido reducir el tamaño de los transistores para meter más de ellos en un chip, pero son tan complejos y caros que no es económicamente viable. Todo empezó en 2006 y los nodos de 65 nm, y desde entonces cada vez que se ha reducido el proceso de fabricación, los costes han ido en aumento.
Pero reducir el tamaño de los transistores es sólo una manera de cumplir la ley de Moore. El ITRS cree que las tres dimensiones son la solución, o más concretamente, poner transistores en capas.
No es algo nuevo, fabricantes como Samsung llevan años desarrollando chips de memoria en 3D con celdas situadas unas encima de otras, pero es un concepto novedoso en los procesadores.
Si se consigue controlar el calor generado por una estructura semejante, la industria podría aguantar unos años más hasta que tuviese que replantearse completamente la manera en la que fabrica chips.
Por lo tanto, la ley de Moore tiene fecha de caducidad, pero al mismo tiempo puede disfrutar de una segunda juventud si se juegan las cartas adecuadas.
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