La historia de Windows XP (III): la larga vida de un sistema irrepetible

Windows XP ha durado más que ningún otro sistema operativo de Microsoft. Diez años después de su salida pocos se acordaban de Windows 95, Windows 98 o Windows Me. Incluso el posterior Vista ha quedado relegado antes al olvido. En cambio, con trece años a sus espaldas y a punto de terminar definitivamente su ciclo vital, XP sigue estando en boca de todos, demostrando una longevidad extraordinaria y conservando casi un 30% de cuota de mercado.

En su momento de mayor auge Windows XP llegó a ser usado por más del 80% de usuarios de ordenadores personales. La cifra es tan alta que es probable que nunca volvamos a ver un sistema operativo con semejante dominio en el mercado de PCs. Pero todo termina y Microsoft ha decidido dejar de dar soporte a un sistema que se ha ganado su fama con creces durante su larga vida.

La presentación de Windows XP

El 25 de octubre de 2001 Microsoft puso a la venta Windows XP. Los de Redmond celebraron la ocasión con una presentación en Nueva York coincidiendo con la ‘Professional Developers Conference’ de aquel año (PDC 2001). En ella Bill Gates empezó por hacer oficial el fin de MS-DOS ejecutando el comando “exit” en la línea de comandos y dio inicio a la nueva era con un repaso completo por todas las novedades que ofrecía la nueva versión del sistema operativo.

La presentación de Windows XP tuvo de todo. Ahí estaba un jovencísimo Joe Belfiore guiando al presentador norteamericano Regis Philbin por las diferentes funciones del sistema mientras Bill Gates se daba una vuelta por la quinta avenida y hacía gala de su sentido del humor. El fundador de Microsoft llegó incluso a someterse a una simulación del popular programa de televisión “¿Quién quiere ser millonario?”. Toda una ironía para quien ya era la persona más rica del mundo.

En las casi dos horas que duró la presentación de Windows XP quedaba claro que la nueva versión era un cambio fundamental en el sistema operativo más utilizado del mundo. Windows XP estaba destinado a ser un hito en la historia de Microsoft y con los años terminaría por convertirse en el que probablemente sea su producto más importante.

El tímido recibimiento inicial y el éxito posterior

A pesar de todo el impacto que suponía Windows XP el sistema termino llegando al mercado de una forma más sigilosa de la esperada. Los ataques del 11 de septiembre modificaron la agenda en las semanas previas a la salida de Windows XP y Microsoft bajo el nivel de promoción de su nuevo sistema. Los mil millones de dólares que los de Redmond y sus partners tenían preparados para la campaña de márketing inicial tuvieron así menos efecto en las ventas.

La menor promoción de salida explica en parte lo reducido de sus ventas iniciales. En los primeros meses su ritmo de ventas llegó a ser menor que el de Windows 98. Windows XP además no suponía novedades tan significativas, más allá del aspecto visual, para los usuarios de Windows 2000. A lo anterior hubo que sumar también unas críticas no siempre positivas.

El arranque inicial de Windows XP fue más tímido de lo esperado y Microsoft tuvo que dedicar esfuerzos tratando de convencer a un mercado siempre reticente al cambio de las bondades del nuevo sistema

En un principio la interfaz Luna fue duramente criticada por parte de los usuarios más profesionales por su aspecto colorido y desenfadado, visto como menos serio para un entorno como el empresarial. Incluso la seguridad del sistema fue objeto de quejas por sus fallos, así como la falta de compatibilidad con cierto hardware y software. Todo lo anterior hizo que muchos usuarios decidieran permanecer en Windows 98 más tiempo del que hubiese sido recomendable.

Así las cosas, durante los primeros meses de vida de Windows XP Microsoft tuvo mucho trabajo tratando de convencer al mercado de las bondades del nuevo sistema. Los usuarios siempre se han mostrado reticentes al cambio y con Windows XP no iba a cambiar la cosa. A pesar de todo Windows XP era una evolución indudable y el tiempo terminaría demostrándolo.

El sistema se mostraba más estable que ninguno de sus predecesores y mantenía una compatibilidad envidiable teniendo en cuenta su nuevo núcleo NT. Cada nuevo equipo a la venta llegaba con Windows XP instalado convirtiéndolo en el sistema operativo dominador de facto cuando millones de usuarios se estaban uniendo a internet. Y las cosas no harían más que mejorar en los meses venideros.

Los Service Packs y la longevidad de Windows XP

Si algo ayudó a la mejora de Windows XP y a su consolidación en el mercado fueron los tres Service Packs que Microsoft publicó para su sistema operativo. Cada uno de ellos solucionaba errores importantes y contenía nuevas funcionalidades que mejoraron el sistema paso a paso.

El Service Pack 1 no tardó ni un año en llegar. Microsoft lo introdujo el 9 de septiembre de 2002. Solucionaba más de 300 pequeños errores y traía consigo todos los parches de seguridad publicados hasta la fecha. Añadía de serie el soporte para USB 2.0 y para determinadas tecnologías que pronto serían utilizadas por las ediciones Media Center y Tablet PC de Windows XP. Contenía además una nueva concesión de los de Redmond tras las decisiones de las autoridades antimonopolio de Estados Unidos, con un menú de configuración que facilitaba cambiar o desactivar el acceso a programas de Microsoft como Internet Explorer o Windows Media Player.

El Service Pack 2 se hizo algo más de rogar pero introdujo cambios aún más significativos en el sistema. Llegaría el 25 de agosto de 2004 y traería consigo nuevas funcionalidades a Windows XP, destacando las mejoras en el apartado de seguridad. Con el Service Pack 2 llegó Windows Security Center, una herramienta capaz de proporcionar una visión general de la seguridad del sistema, incluyendo la monitorización del cortafuegos, del antivirus o de las actualizaciones. Lejos de quedarse ahí, el Service Pack 2 también sirvió para perfeccionar el funcionamiento general de Windows XP, con un mejor soporte WiFi, la inclusión de Bluetooth de forma nativa y un sin fin de pequeñas mejoras.

Tan bien funcionó el anterior que hubo que esperar otros cuatro años para la llegada del Service Pack 3. Este llegaría el 21 de abril de 2008 a las manos de los fabricantes y el 6 de mayo sería liberado de forma pública a través de Microsoft Download Center y Windows Update. Con él se corregían miles errores y se volvían a incluir todas las actualizaciones de seguridad hasta la fecha. Y con él se completaban tres Service Packs que ayudaron a extender la larga vida de Windows XP.

Windows XP, un sistema irrepetible

Windows XP duró más que ningún otro sistema operativo de Microsoft. Sus novedades y la evolución que supuso explican fácilmente tan largo éxito. En Redmond además tardaron años en encontrar un sustituto a su altura y aún hoy en día luchan por terminar de convencer de su abandono a todos aquellos usuarios y empresas que permanecen en el viejo XP.

Su arrollador e indudable éxito junto a la tardanza de Microsoft en encontrar un sustituto a su altura explican que Windows XP durase más que ningún otro sistema operativo en la historia de la compañía

Tras Windows XP en Redmond decidieron embarcarse en Longhorn, un proyecto ambicioso que pretendía reconstruir Windows con todo un renovado conjunto de APIs y un nuevo sistema de archivos. Fueron años de intentonas fallidas hasta que quedó patente que las cosas no iban bien encaminadas y, tras muchos retrasos, el proyecto fue finalmente abandonado por completo.

En su lugar Microsoft puso en marcha la maquinaria para una nueva versión de su sistema operativo que terminaría llegado al mercado bajo el nombre de Windows Vista. Una versión del sistema menos ambiciosa y más conservadora que llegaría al mercado en 2006. Por aquel entonces Windows XP se había ganado un hueco enorme, con más de un 80% de cuota de mercado, y nadie parecía querer dar el salto a otro sistema. Windows XP era tan dominante que Vista lo tuvo difícil para intentar convencer a los usuarios. Tampoco ayudaron sus mayores requisitos, ni sus incompatibilidades, ni otros errores de bulto. Windows Vista nunca llegó a tener tracción y Steve Ballmer terminaría definiéndolo como su mayor error durante sus años al frente de Microsoft.

Sería la siguiente versión, Windows 7, la que empezaría a arañar mercado al viejo XP. Pero lo haría llegando 8 años después, en 2009. Con él Microsoft si logró dar con la tecla para sustituir al viejo XP y muchos usuarios y empresas decidieron actualizar de una vez sus equipos. Windows 7 ha sido y es un éxito indudable para los de Redmond pero probablemente nunca alcance las cotas de Windows XP. Aunque ha llegado al 40 y pico por ciento del mercado lejos quedan las espectaculares marcas de XP en sus mejores tiempos, las cuales probablemente nunca vuelvan a ser repetidas.

Ningún sistema ha llegado a dominar tanto el mercado como lo hizo Windows XP. El buen hacer de Microsoft y la falta de un sustituto explican su éxito, pero la clave que lo explica todo es sencillamente que el sistema funcionaba. Y lo hacía tal y como los usuarios esperaban. Durante sus años de vida el sistema demostró ser lo suficientemente robusto y moderno para aguantar años instalado en todo tipo de ordenadores, envejeciendo bien y dando un gran servicio a quien lo usase.

Pero los años no pasan en balde y Microsoft ha decidido poner fin al soporte del viejo XP. Tras más de una década funcionando en ordenadores de todo el mundo ha llegado la hora de dejar morir a un sistema operativo que ha dejado huella en más de una generación. Windows XP se despide transmitiendo la sensación general de que deja un buen recuerdo en sus usuarios. Algo tan simple y sencillo como eso es lo que, sin duda alguna, mejor explica su éxito.

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